Amasijo y tormenta en piel y manos
escrutando mil formas y sudores
compartiendo en alientos los temores,
las lágrimas sin límite en las manos.
Esos labios que besando las flores
no fueron más etéreos que un suspiro
posándose en el pelo, ojos, los brazos,
sacándole al sin luz un alarido.
Y se hizo un mar de carne amontonada,
abrazada al minuto y a la idea
del anillo, redondo y simple anillo,
el que todo lo une a su cadencia.
Oro blanco, oro negro, oro amarillo
retazos de joyas en miradas
y gestos comprendidos y asumidos.
Esto ha sido esta tarde. Todo ha sido.
daniela
Plantaste sin querer un tallo joven.
Creció y entre tus ramas se protege.
Dándole sombra a un corazón
que aun late furioso por salir
de ese pecho; en que emana caliente.
Se nubló la primavera,
el invierno entro en su vida.
El otoño lo apartó de un manotazo,
el invierno se fugo a toda prisa.
La primavera brota y brota con creces,
y la semilla con más fuerza florece.
El trigo se ha coronado de espigas
doradas, llenas de sol mecidas.
Es la aventura, provocado al destino
Por esa vida que quiere resurgir,
el lazo en que atrapado, rejuvenece.
Aunque de por perdida su lid…
molina
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