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| Alcatráz |
En ese corredor de silencios oblicuos
te encomiendas a la vida, muriendo.
¿Cómo será tu día víspera del ocaso?
¿Orarás?
O quizá prefiera tu boca maldecir
sociedades convertidas en hordas
asesinas, matando lujuriantes;
con la sonrisa rota proclamada
en su rostro te inyectarán a un
mundo de silencios obscenos,
justificando su acto, diciendo:
"es la ley".
Daniela Bartolomé
Un poema tremendo Daniela.
ResponderEliminarNo quiero pensar lo que pasará por la mente y el corazón de ese condenado,que espera,sin esperanza su fin...Es una agonía,que toca el cielo y el infierno y dentro de sí,morira y nacerá continuamente,mecido por la locura y la cordura a la vez.
Mi gratitud por compartir y mi abrazo inmenso por vuestra cercanía y buen hacer.
FELIZ FIN DE SEMANA,AMIGOS.
M.Jesús
Hola María Jesús:
EliminarTremendo, dices del poema, pero no acierto yo a saber qué adjetivo puede acomapañar a esa vivencia, cualquiera en superlativo y aún se quedará corto. La vida, sí, ese fluir de opuestos. Gracias por tus palabras y tu visita, siempre placentera. Feliz semana. Bss
daniela