De estos dos personajes, un actor francés y un escritor japonés, os contaré que me encontré por casualidad (bendita sea) con sendas obras de cada uno. Del actor, Gérard Depardieu, Mis tardes con Margueritte (La tète en friche) un film en clave de comedia que desgrana los entresijos del amor por las palabras, la lectura y las personas. Solo puedo decir que es sencillamente emocionante y alcanza unas cotas de ternura tan altas que quizá debería ponerla en mayúscula, TERNURA. Poco apto para corazónes endurecidos, digo.
De Ogai Mori el escritor japonés ha sido la curiosidad, amén de la casualidad, la que me llevó hasta un librito muy menudo de la estantería, apenas 77 páginas, titulado La bailarina, del que me atrajo el dibujo de su portada, y que ahora después de leer on invito a que vosotros amigos también lo hagais. La contraportada dice del libro que es: "una fábula de una sencillez pasmosa, que aúna amor, abandono y culpa."
He aquí la clave que conjuga estos dos géneros y que fotograma a fotograma y página a página hace de la sencillez su bandera. Bon voyage!!
...se detuvo bajo la ventana y la niebla crujió bajo sus ruedas. Me puse los guantes, me eché sobre los hombros el abrigo ligeramente ajado sin meter los brazos por las mangas y cogí el sombrero. Me despedí de Elise con un beso y bajé las escaleras. Ella abrió la ventana cubierta de escarcha para verme marchar. Su pelo se mecía con las ráfagas del viento del norte.
La bailarina, Ogai Mori. Ed. Impedimenta.
¡Feliz lectura!
daniela
Si desde este ordenador me deja enviar mensajes quería decirte (como te envié en correo aparte) que tus dos propuestas son una sola: el amor. Me extendía un poco con el cine, al que no acostumbro a ir, y con los libros, que leo cuando supero la impenitente pereza que me domina. Así que me siento más tentado de acercarme al libro que a la película. Daniela, gracias por compartir y hacerlo con ese entusiasmo que te caracteriza y que contagias. Con un abrazo.
ResponderEliminarSalud