Y no has visto mi piel, extensa pradera
pacen los deseos, las ganas, los miedos,
se torna café cuando llega al sol o
paisaje lunar, minúsculos cráteres que
arrastran consigo a la gravedad.
Un suave paisaje que tiene memoria.
Recuerda tus manos, recuerda sus bocas,
recuerda el hijo, envuelta crisálida,
recuerda lo cárdeno, recuerda las yemas...
(no sigo la lista, para no cansar).
No has visto mi piel, es verde en la yerba,
es arena en mar, mástil al que asirse,
cuerda con que atarte, sombra si te sigue
luna si se va, es negra en la tierra,
y a la tierra, siempre, quiere regresar.
Daniela Bartolomé
Dicen que la piel tiene memoria. ¿Dónde está la memoria de la piel? Bueno, pues algunas respuestas las podemos enontrar en estos versos junto a ese deseo, siempre, de regresar.
ResponderEliminarSalud.
Hola Julio, yo como la piel, agradecida de recordarte por estos rincones poéticos.
EliminarGracias.
daniela.