Ya el ocaso retumba
enmascarado
envuelto en cebolluelas.
Confucio, Séneca… se
ensartan,
se camuflan mezclados entre
niebla.
Día soleado de verano, se
entrecruzan
sudores implantados, suspirando
por un beso, un abrazo, un
roce sórdido
de sus labios, necesario y
soluble
mendigo corazón ensimismado
de unos labios entrelazados;
sorbos de néctar, sediento de
sueños
de amores entre realidades,
sublime, necesario, para
seguir
manteniendo la respiración
con el aliento que mana de tu
interior
muy dentro de tus entrañas
MUJER.
Molina
Una entrada envuelta en ternura, en sensualidad, las letras laten, y son oxígeno cuando se leen, están escritas desde la profundidad de tus sentimientos, con ellas vas suspirando caricias y abrazos.
ResponderEliminarMi admiración por tu manera de transmitir.
Un beso.
Estimada María, gracias por hurgar en mi interior. Soy trasparente como el agua de manantial. Por eso el corazón me delata, y no quiero que deje de latir. Sin la verdad no hay libertad.
ResponderEliminarUn beso