Eras como un pájaro herido
por la vida en la que vivías,pájaro verderón que vuelas
de rama en rama lacerado.
Tratando de aclocar tu cuerpo
dolorido.
Tus ojos son dos perlas que
iluminantu silencioso camino, roto por
los sonidos que en tu entorno brotan.
La suave brisa de tu
existencia
rasgada por la tristeza que
te embargaba,que afloraba a través de tu silueta
perforando tus ojos melancólicos.
Has sembrado la vida que palpita su prisa
Tu mirada embelesa perdida y suplicante,
un hálito de esperanza brotaba de ella.
Detrás de una ventana sigues
viviendo
tu juventud perdida, sublime
proceder.Me dejas tu mirada limpia. Tú grata sonrisa.
La explosión de unos ojos que denotan tristeza.
Como un ángel herido
sumergido en su historia,
que brilla con luz propia de
rayos que laceranpor la fuerza del astro que nos da vida eterna.
El ocaso se acerca, se
precipita, se aproxima la nada.
La que iluminó mi vida. La
que endulzó mis heridas.Donde comenzó el sueño que ilusionó mi vida
y lamió mis heridas en las noches sin figuras.
Tu visión de la vida la
atrapé de tu vida,
detrás de una cortina,
arañando las sombrasde un pájaro herido posado en un quejido,
quebrado por la vida, que trata de resurgir.
Antonio Molina Medina
Imágenes cedidas por HACERÍA_JAZZ_CLUB
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