Huerta de San Vicente
todos los veranos homenajean a los títeres recordando
los de cachiporra de Federico García Lorca
los de cachiporra de Federico García Lorca
DESDE LA ALTA SIERRA
Un ruido ensordecedor se desprende de mi pecho Las veredas antiguas hoy intransitables se desperezan
se quejan.
Bulle en su interior el niño que soñaba.
Salpicando su alma que generosa clama.
Del jardín de los sueños se forja el corazón.
Por la sierra transita, sin miedo ni al calor.
Ni a las fieras que rujen, ni al frio de la noche.
El cortijo le contempla. Hoy le abre sus puertas
entre voces certeras con sus sumas y restas.
Una mesa de madera, con sus bancos corridos
de paja y enea.
Se interpone a su vista son ojos que queman.
Que observan… solo le observan desde sus miradas.
El sueño de sus gentes se reflejan pupilas.
Cierran y abren la puerta la de buen soñador.
Desde las altas barandas, los barcos le divisan.
Y sueñan sonidos de suculenta carga.
El perro le acompaña. Su lenguaje le secciona el
corazón.
La brisa acumula su dicha.
Dos ojos se divisan desde su majal alto. Se suavizan
las hondas con la miel y el lagarto, que montado a su
grupa
se desliza en su triangulo.
Noche majestuosa pone su Luna en lo más alto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario