Encontré una carpeta traspapelada,
al cogerla un profundo aroma,
sabor de rosas me salpicó en la cara,
lo abrí me inundó su fragancia.
Era su rostro, era su olor
el que me enamoraba.
Mi alma llene de luces,
de sombras, de escarcha.
Como gota de rocío,
como cristal hecho lágrima
como velo en la mirada.
Antonio Molina
Bonita fragancia inundan tus palabras... como la mirada, como las luces claras, como una flor enamorada...
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias querida Loren,
ResponderEliminara pesar del frío polar
que nos azota,
el corazón,
no deja su calor de
primavera.
Un abrazo
A veces damos poca importancia a los olores, pero a veces, es tan fuerte su recuerdo, que nos puede llevar hasta un poema como este que aquí nos dejas .
ResponderEliminarUn abrazo
LUz
Gracias Ele,
Eliminarsobran las palabras si son las justa.
Un abrazo
antonio